domingo, marzo 14, 2010

Equivocados

Ella tenía razón. Él debió ser un poco más alto, menos necio, ojos miel y moreno, pero la genética es caprichosa. Ella lo decía con la mejor intención, porque sabía que de haber sido así, ella no tendría ningún problema en amarlo con locura, y, de ese modo, corresponder al loco amor que le estaba confesando. Ella era así, racional como pocas mujeres, como pocas personas. Casi era cínica, pero el cinismo requiere cierta intención, y eso ella no lo tenía. Era superficial y vanidosa, quería un hombre guapo, de buen porte, con suficiente dinero para atenderla bien. Ella tuvo razón siempre, desde el principio hasta el final. El equivocado siempre fue él, desde el principio hasta el final. A veces, una larga historia comienza así, por pura equivocación.

2 comentarios:

Proiectus dijo...

Bien hizo ella al advertírselo desde el principio.

É.L. Menjívar dijo...

Bien hizo él en no hacerle caso ;)

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