miércoles, enero 28, 2009

Llegó

Hoy llegó. Yo lo esparaba. Nos esperábamos. Llegó hace varias horas, lo siento cerca, pero no lo he visto, no lo he oido, no lo he tocado, pero lo siento tan cerca que me siento en paz. Bienvenido.

lunes, enero 26, 2009

En vivo a las 4:16

Son las 4:16, y es de tarde, y es lunes. Oigo "Perfect Day", de Lou Reed, y siento en las manos un impulso por escribir, pero mi cabeza no ofrece nada como contraparte. Entonces empiezo esto y aquí voy, tratando de emular la escritura automática de los dadaistas (o surrealistas, ya no sé), pero confieso que me voy decepcionando del experimento en la medida que lleno líneas. Quizá no hubiera sido yo un buen dadaista (o surrealista, ya no sé), y sea yo uno de los que deben esperar que la mente, y no el cuerpo, demande la escritura. Por suerte este es un blog y ustedes sabrán comprenderme (o incomprenderme) en esta transmisión en vivo desde el lugar de los hechos.

domingo, enero 25, 2009

Frases que nunca he dicho * (primera parte (presiento))

"Te perdono"
"Te amo más que a mí mismo"
"Quédese con el cambio"
"Siga a ese auto"
"Nadie te va a querer más que yo"
"Si me dejas me mato"
"No sé, tengo que hablar con mi representante"
"Sí, yo lo maté"
"Estoy en San Petersburgo"
"Soy lo mejor que te ha pasado"
"En tus manos encomiendo mi espíritu"
"Hello, stranger"

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* Sujeto a cambios.

Antes

Antes
hubiera inventado un reino para darlo por tu mirada
hubiera cambiado mi guardarropa
hubiera aprendido a sonreir
hubiera vuelto al encierro nocturno
hubiera dejado que me escondieras
hubiera engordado a tu costado
hubiera sido más pudoroso
hubiera viajado menos
hubiera usado los anteojos
hubiera creído en dios
hubiera evitado cada exceso
hubiera compartido tus complejos
hubiera sido tu padre y tu madre
hubiera estancado mi conciencia
hubiera colgado mi futuro
hubiera dejado de escribir
hubiera sido tu enfermero
hubiera entregado mis armas
hubiera conseguido tu gratitud eterna
hubiera perdonado todas tus mentiras
hubiera ignorado tus traiciones
hubiera endosado a tu nombre mi memoria
hubiera chantajeado tu amor a pura lástima
hubiera sido tu imagen y semejanza
hubiera hecho todo a tu modo
hubiera muerto a tu lado
Antes


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La cafetera italiana que vino de Cuba


Me encanta hacerme el café. Lo hago artesanal en una cafetera italiana, precisamente en la de la foto aquí a su derecha. Es italiana por su nombre genérico y supongo que los italianos se inventaron la técnica y el artefacto, pero esa cafetera de la foto, mi cafetera, es cubana, comprada en Cuba al menos, y es de un metal que pesa mucho (no como las que venden en Coffe Cup que parecen de papel aluminio) , y es justa la medida para dos tintos cubanos, o sea, dos expresos, o sea, dos café fuértísimos, y que se sirven de a poquitos. La cafetera me la regaló Sofía, una amiga con la que viajamos por Cuba en 1997, yo me vine y ella se quedó un par de días más, y ella supo de mi enamoramiento con el tinto cubano y me trajo esta cafetera. A Sofía la conocí en Cuba, ella es salvadoreña, pero nos conocimos vagabundeando en un Festival en la Habana, y nos identificamos como buenos compañeros de viaje. Ya de regreso en este pequeño país, no volvimos a reunirnos más que el día en que me dio la cafetera italocubana que me trajo, ese día también me prestó dos novelas y un disco doble de los Van Van, y como no nos volvimos a reunir sin la casualidad mediante, aún no se los devuelvo. Ella no lo sabe, pero mis mañanas de domingo (a la hora que se le antoja ser de mañana a mi domingo) son, gracias a ella y su gesto de regalarme esta cafetera, parte de la colección de momentos más especiales de mi vida. Parecerá un tontería, pero prepararse el café se torna un ritual si tienes una cafetera italiana: la medida, el calo, el olor y el sabor perfecto. Y ya dejo esto aquí porque el café y el ánimo se me enfrían ¡Buen día!

viernes, enero 23, 2009

Te vi atardecer

Te vi atardecer
como los días
como la vida de los que han vivido todo
Te vi atardecer
entre el agua salobre
manchada de sol y relámpagos
de pie sobre una ola
y yo parado en mi propia soledad que ya no se pregunta
Te vi atardecer
sin la violencia de las horas
ahogado en tu paz intermitente
desnudo y sin castillos
Te vi atardecer
mientras atardecía

El cuento del cinéfilo solitario

Había una vez, en un pequeño país —pequeño como la mente de sus habitantes, pequeño como el espacio para el arte en sus periódicos, pequeño como el rumor de sus victorias, pequeño como el horizonte de su playa, pequeño como el listado de sus libros más leídos, pequeño como el honor de sus leyes, pequeño como su verdad, pequeño como su justicia, pequeño como su integridad, pequeño como el tiempo para sus museos, pequeño como el amor por su historia, pequeño como cada uno de sus niños muertos, pequeño como su tolerancia, pequeño como su esperanza, pequeño como su curiosidad, pequeño como su autenticidad, pequeño como su gusto, pequeño como su optimismo, pequeño como sus posibilidades, pequeño como su capacidad de acompañarse, pequeño como su futuro, pequeño como su crepúculo, pequeño como su misericordia, pequeño como sus historias, pequeño como su gratitud, pequeño como su rabia transformadora—, un hombre siempre iba solo al cine.

miércoles, enero 21, 2009

Quiero ser negro y presidente

Quiero ser negro y presidente. Irónicamente es más fácil lo segundo que lo primero. Obama llega con su color y su esperanza y nos pone a todos a creer que su mundo es posible. Ojalá que lo sea, porque se lee y se escucha perfecto, como posible pues, como real, y que solo es cosa de repetir hasta la saciedad "¡Sí, podemos!" ("Yes, we can!") ¿Tan necesitados de utopías estamos? Obama llega y el mundo lo mira atentamente como esperando que su palabra sea milagrosa (¿una palabra suya bastará para sanarnos?) que su letra sea solución, que su vida sea una mejor vida para todos. Obama ya hizo bastante con ser negro y ser presidente, no sé qué más podrá hacer, pero lo que sea, serán millas extra.

Espía

Me espía. Me lee aquí y me cree. Y yo tengo miedo.

jueves, enero 08, 2009

La blogstar

Como se imaginarán, este post versará sobre "Los blogstar", el post de Elena que ha sido publicado como opinión en La Prensa Gráfica, y ampliamente comentado en el Blog de Neto Rivas, además de los comentarios en el mismo blog de la blogstar en cuestión. Yo comenté una cosa ahí sobre el término "Blogstar", pero es solo una de esas precisiones ociosas que se me ocurre hacerle a Elena solo por fastidiar. Aquí lo que quiero es decirle a Elena frente a todos ustedes (¿hay alguién ahí?) que yo diría de ella: Elena Salamanca, con sus dos blog consecutivos, se ha convertido en una blogstar modélica, una gran bloguera como se lo he dicho ya, con un estilo muy propio y un carisma impresionante. Quizá sea su naturalidad y su destreza con el humor y la palabra, eventualmente su crudeza casi pornográfica, pero tierna a la vez; o bien su inocencia impostada, que algo tiene de real pero no lo es del todo. Claro que ha tenido post lamentables, como todos, pero cada uno de sus post buenos hace que uno se olvide que es humana y que erra de vez en cuando. Yo no tuviera blog si no fuera por el suyo, lo confieso. Obviamente es mi amiga, y por eso publico esto desde esta intimidad pública, porque está mal visto hablar de las cualidades de los amigos en los medios periodísticos. Su post "Blogstar" me soprendió mucho, y creo que ha dado pie a una reflexión legítima e importante. Enhorabuena Elena. Eso diría pues. Si la ven le cuentan.

sábado, enero 03, 2009

¿A qué?

¿A la furia?
¿A la necesidad de la muerte con testigo?
¿A la placentera infidelidad con culpa?
¿A los regalos caros?
¿A los regalos baratos?
¿A vestirse al gusto ajeno?
¿A la resaca insorportable del desencanto?
¿A la cursilería indisimulable?
¿A la lástima frente al espejo?
¿Al maldormir?
¿Al biendormir?
¿A la mentira piadosa?
¿A la crueldad cariñosa?
¿A la obligación erótica?
¿A la ansiedad patológica?
¿A la dependencia primaria?
¿A las amenzas en verso?
¿A las compulsiones alcohólicas?
¿A los delirios de trascendencia?
¿A las cuentas compartidas?
¿A reconocer la insuficiencia?
¿A redecodar la autobiografía?
¿A qué le llaman amor?

Si me dejan...

Simedejanseguirescribiendomientrassigotomandocorrerálasangredelosinocentes..................................................

Tango para 6 copas de vino, resignación y orquesta

Fuimos

Fui como una lluvia de cenizas y fatigas
en las horas resignadas de tu vida...
Gota de vinagre derramada,
fatalmente derramada, sobre todas tus heridas.
Fuiste por mi culpa golondrina entre la nieve
rosa marchitada por la nube que no llueve.
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
que no llora, que se echó a morir.

¡Vete...!
¿No comprendes que te estás matando?
¿No comprendes que te estoy llamando?
¡Vete...!
No me beses que te estoy llorando
¡Y quisiera no llorarte más!
¿No ves?,
es mejor que mi dolor
quede tirado con tu amor
librado de mi amor final
¡Vete!,
¿No comprendes que te estoy salvando?
¿No comprendes que te estoy amando?
¡No me sigas, ni me llames, ni me beses
ni me llores, ni me quieras más!

Fuimos abrazados a la angustia de un presagio
por la noche de un camino sin salidas,
pálidos despojos de un naufragio
sacudidos por las olas del amor y de la vida.
Fuimos empujados en un viento desolado...
sombras de una sombra que tornaba del pasado.
Fuimos la esperanza que no llega, que no alcanza,
que no puede vislumbrar su tarde mansa.
Fuimos el viajero que no implora, que no reza,
que no llora, que se echó a morir.

Desechable

Uno se cree

Uno se imagina
insustituible y único
especial
indispensable

Uno es tan desechable

jueves, enero 01, 2009

A propósito de 'Lo peor es que no me importa'

Te leí y quise abrazarte como nunca lo hago, porque yo soy frío y simple con vos. Te leí y quise decirte mi ridículo "todo va a salir bien" ajustable para situaciones de pronóstico reservado. Te leí y quise conocerte mejor para poder creerte o no. Te leí y quise no conocerte para que no me importara tampoco. Te leí y quise estar en Madrid para invitarte a una borrachera con vino de la casa con casera y queso machego del caro. Te leí y te vi y hablé de vos como para convocarte a esta alegría. Te leí y quise escribir esto. Te leí y quise traerte un 2010 ya... vos entendés.

Post de año nuevo (de rigor)

A mí lo que me dan los años nuevos es adicción. Es de todos conocido que soy adicto a los inicios, disfruto todo lo que comienza con la plena convicción de que quizá sea el inicio lo único que haya. Y con los años es así. Me gusta iniciar caminando en alguna calle, sintiendo mucho frío, pensando en nada y queriendo tomarme un trago que se me evapore en el ánimo: fue una margarita, que estaba pasada de limón y de tequila. El año empezó lindo, con amores importantes, con la compañía perfecta, en el centro de algo que todavía estoy comprendiendo. Despedí el año con una buena película y una cena glamorosa y risas y fotos y champagne y ganas de que terminara, por fin, un año más. Así fue lo mío ¡Feliz inicio de año para todos!

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