Son dos poemas de Rosario Castellanos que me dieron los buenos días desde esa cercana lejanía de tiempo y geografía. Son ajenos, pero tienen mucho de lo que me hace dueño, al menos, de la emoción que me despiertan.
NocturnoAmigo, conversemos.
desde hace ¿cuántos años?, desde el día
en que a un tiempo rompimos la tiniebla
y con vagido entramos en el reino del aire;
desde que los mayores nos pusieron
la sal sobre la lengua
y nos soplaron al oído un nombre
(no de amor, de destino),
un nombre que repites todavía
y que repito yo y repetiremos
hasta el fin, hasta el fin, sin entenderlo
hemos estado juntos.
ElegíaNunca, como a tu lado, fui de piedra.
Y yo que me soñaba nube,
agua, aire sobre la hoja,
fuego de mil cambiantes llamaradas,
sólo supe yacer, pesar,
que es lo que sabe hacer la piedra
alrededor del cuello del ahogado.
-------------------
Gracias Alicia.