
"¡Sonrían!". Se abrazan, se besan. Se aman. Quieren fotos, todas la fotos posibles, como en un desesperado intento de hacer eterno lo que viven, lo que sienten. Pero la eternidad es para los dioses, y los dioses no existen, solo existe su imagen, como las fotografías. Y un día ya no se amarán, porque dejaron de abrazarse hace tiempo, y ya no se besaron con amor. El tiempo y la vida pasó, el amor, si es que estuvo, pasó. La fotografía quedó linda, tan linda, que duele.
1 comentario:
He leído muchas cosas suyas y parece que usted no se encuentra "en la peligrosa línea entre la confesión y la literatura", usted escribe literatura que confiesa, que lo confiesa. A lo mejor esa frase de "mi vida no es tan fácil como se lee" sea cierta, pero ¡cuánta verdad y experiencia de vida encierran sus escritos! Probablemente, sólo muestre lo que desea enseñar, pero, sin duda, su alma se desnuda de a poco con cada palabra. La riqueza de sus escritos no está, simplemente, en su buena ortografía y redacción ni en su juego impecable de palabras, ese abismo de confusión que envuelve, más bien está en la sinceridad con que estructura cada verso. Gracias por permitirle a una mortal deleitarse con las letras de uno de los más nobles dioses (el que sí existe): el escritor, poeta.
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