jueves, julio 08, 2010

Jueves

La cabeza puede decidir explotarte un jueves, y por la madrugada. Un dolor de sien a sien puede despertarte y te resultará imposible volver a dormir. Despierto y con un dolor así quisieras no pensar, como si pensar doliera, pero es inevitable, vas a seguir pensando, porque la sola idea de no pensar activa más la mente y se piensa cualquier cosas, delirios. Cuando alcanzás el umbral del dolor el resto del cuerpo empieza a protestarte: el estómago amenaza y las articulaciones se te adormecen. Ese jueves puede ser terrible, a menos que una boca se esmere en recetarte besos puntuales en cada zona afectada. Así se soporta la migraña, y hasta con cierto gusto.

4 comentarios:

Alada, fuerte y azul dijo...

Sugiérale a esa boca un paseo por sus párpados. Puede incluirse en la receta el aliento a café o a lavanda y acompañado de movimientos circulares en las sienes. saluditos

Frank dijo...

a eso en medicina se conoce como el principio de ventana, los besos funcionan como una una sensación que viene a disimular, neutralizar o contrarestar el mensaje enviado por los receptores del dolor jejejjeje!!! muy buen alivio a cualquier dolor

É.L. Menjívar dijo...

Voy a perfeccionar la receta entonces, y más ahora que ya sé que está científicamente comprobado ¿Provocará adicción?

Alada, fuerte y azul dijo...

totalmente y valdrá la pena

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