No sé si reís
a lo mejor hacés pucheros
o movés la boca/
de esa graciosa/
e involuntaria manera/
cuando tu concentración ha encontrado un ancla/
en medio del océano impersonal/
de las ideas vagas.
No sé si llorás,
porque tus ojos se humedecen/
también con las carcajadas.
Quizá mordés tu labio
con ese miedo que da morir
sin haberlo dicho todo,
sin haberlo dicho a tiempo.
Nunca supe cuanta falta me hace tu boca
hasta hoy
que llevás esa máscara
porque la gripe de hoy acecha,
y a mí me acecha la angustia
porque no sé qué dice tu boca
cuando vos no decís nada,
porque no sé cuándo querés mi beso,
cuándo me das tu risa.
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