Un color pardo.
Una voz aguda.
Una silueta difusa.
Una cara de pena.
La espera tiene un olor a hielo.
Una sombra larga.
Unas manos callosas.
Un cabello infame.
Unas uñas cobrizas.
Un paladar herido.
Una mirada de luto.
La espera tiene un aliento astringente.
Un cuello truncado.
Unos labios resecos.
Una mirada marchita.
Un caminar encorvado.
Un sexo mullido.
Unas horas lamidas.
Un codo sangrado.
Una costilla plantada.
Una esperanza inventada.
Una soledad comprometida.
La espera solo tiene el corazón y la nada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario