Dice el diccionario de la Real Academia de la Lengua que una excusa es un "Motivo o pretexto que se invoca para eludir una obligación o disculpar una omisión", también dice que el verbo excusar significa varias cosas, entre ellas "Exponer y alegar causas o razones para sacar libre a alguien de la culpa que se le imputa", y también "Evitar, impedir que algo perjudicial se ejecute o suceda". También hay definiciones de orden legal y fiscal, pero por ahora no vienen al caso. Lo cierto es que el diccionario legitima la existencia de las excusas y evidencia su utilidad.
Yo no he sido muy dado a excusarme, casi siempre me voy por el lado de la verdad, pero resulta que la verdad ofende, daña, hace sentir mal y no sé qué otras plagas traerá. Entonces la gente buena inventa excusas (no he dicho "miente") y dice lo que no es con la buena intención de matener la cordialidad y construirse para sí una imagen conciliatoria, afable y jovial. Enhorabuena, porque la gente que se excusa tiene más amigos, menos problemas, más carisma, menos peleas, más encanto, menos soledad, más porvenir, y por eso es que digo yo que quizá deba aprender a inventar buenas excusas, y dejar de una buena vez de usar la verdad como excusa para ser como quiero ser. Ya va un propósito.
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