martes, noviembre 25, 2008

Secretos

Los secretos entre dos son como esos rincones que uno busca para alejarse de los otros. Los secretos unen a dos personas con lacitos delicados y casi invisibles, y los involucran en la vida mutua de manera particular. Los secretos son una forma de comunicación que consiste precisamente en cortar la comunicación con el mundo para recrear un mundo íntimo y distinto a partir de la información exclusiva. Me gustan los secretos de dos, especialmente si soy uno de esos dos, y cuando no lo soy también me gustan, un gusto con color de envida, eso sí. Pero solo me gustan los secretos cuando son de dos, cuando hay más de dos, ya son otra cosa, una cosa vulgar, digo yo. Mi tía Margo y yo teníamos secretos. Yo no cumplía los 10 años. Me encantaba cuando me decía suavecito con su voz grave y su pelo en carrizos con olor a vaselina con olor "Le voy a contar un secreto". Yo abría los ojos así, me acercaba, y entonces ella me contaba un secreto -que por supuesto no voy a contar aquí, porque era un secreto de dos- y yo me sentía amarrado a mi Tía por una emoción intensa y por la complicidad que en ese entonces no llegaba a concepto en mi temprano entendimiento. No sé bien si en verdad eran secretos que solo me contaba a mí, pero en esos días yo estaba convencido de que así era, y no quiero creer ahora otra cosa. Yo nunca le contaba secretos, por mucho tiempo yo no sabía nada que pudiera llegar a la categoría de secreto, cuando ya tenía secretos, no tenía el valor de compartirlos, ni con mi Tía Margo. Así he sido con los secretos, de muy poco dar. Por eso quizá me importan tanto los secretos, los de dos, porque me llevan a otro por un camino que solo ese otro y yo conocemos. Pocas cosas me saben tanto a traición como cuando un secreto de dos se rompe con un tercero, ya el cuarto, quinto y los etcéteras son lo de menos. Es una copa que se rompe por el cuello, una mancha de aceite en los zapatos nuevos, una carcajada en un funeral. Me duele, pero ese dolor es mi secreto, pero un secreto solo de uno: mío. Mi Tía Margo entendería.

5 comentarios:

HuelveElena dijo...

Amo a la tía Margo.

HuelveElena dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Mario E. dijo...

He descubierto que me gusta mucho leer sobre la tía Margo. Quizá el próximo libro debería ser sobre ella?

Anónimo dijo...

Lloré

Mario E. dijo...

ains,
fains,
trains,
CHAINS!

:@

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