domingo, octubre 10, 2010

Un terremoto (10 de octube de 1986)

Hubiera querido armar este post de recuerdos, de aquella excursión de sexto grado, del enigmático "¡cruz, clavera y campo santo!" que soltaba con cada réplica la mujer que nos refugió entre araucarias que se balanceaban, de mi tarea de geometría, de aquel titular de primera plana que entró a mi vocabulario para siempre, de mi papá llevándome al centro, de mi mamá enojada porque mi papá me llevaba al centro, de lo que vi y de lo que no vi, de mi tía Margo contándome su propio terremoto décadas atrás, de los olores a muerte y a pánico. Pero un terremoto no se puede volver a armar, no se deja, se sigue moviendo en la memoria y se escapa a las palabras. Un terremoto es el fin de la inmortalidad, de la fe ciega, de la confianza en la obra humana. Un terremoto es la pregunta que empieza, la grieta que divide en dos la infancia, la pesadilla sin sueño que solo encuentra un abrazo para el refugio. Un terremoto es una fecha para contar la desconfianza, una traición imperdonable, el odio de algo que no existe. Un terremoto son personas salvando personas, personas desenterrando personas para volverlas a enterrar, es la solidadaridad desesperada de los que se sienten abandonados y condenados a su contundente fragilidad. Un terremo es un recuerdo entre ruinas que nadie puede reconstruir.

2 comentarios:

Proiectus dijo...

¿estaré loco por querer recordar ese evento y no poder?

É.L. Menjívar dijo...

Apenas tenía 3 años el Proiectus, difícilmente tendría memorias si no se tuvo comprensión intelectiva del fenómeno B )

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