miércoles, marzo 12, 2008

Uno espera


A veces, uno espera, y luego solo queda llorar cuando se ve las manos vacías. Uno espera, y el espejo reclama insistente en cada oportunidad que le damos, y es implacable. Uno espera, y el tiempo se vuelve en contra, y empiezan a doler cada segundo muerto. Uno espera, lleno de esperanza y termina vacío, agotado, pensando sin parar en que uno siempre espera todo, y nunca espera verse tan solo como antes de esperar. A veces, uno espera, y luego solo llora.

1 comentario:

Ainhoa dijo...

Muy bonito. Me gusta

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